Mi experiencia
El camino recorrido
Nací en Julio de 1979 en la ciudad de Logroño (La Rioja). Desde pequeña, me fascinaba el comportamiento humano y en términos generales la vida en sí misma, así que posteriormente estudié y me Licencié en Psicología. Al terminar, vi que cada profesor defendía su modelo ó corriente psicológica como la mejor, cuando para mí lo más importante era escuchar el tipo de demanda que realiza la persona que acude a tu consulta, y entonces decidir qué modelo se le adecúa mejor. Así que, en vez de seguir el camino convencional y acentuada una crisis personal, apareció la posibilidad de viajar, de conocer otras culturas, otras formas de pensar, de profundizar en el conocimiento de mi misma… Brasil, Escocia, Grecia, India, Guinea Bissau fueron en esos años mi otra Universidad. Vi que, si los humanos nos mantenemos sobre la tierra, es realmente porque prevalecen los valores humanos de unión, respecto a los más destructivos. Siempre digo que es como en una clase de un colegio, porque en un momento dos ó tres alumnos se muestren intolerantes ó con conductas disruptivas hacia algún compañero, no quiere decir que toda la clase se vaya a comportar igual, sólo que, al haber más ruido, parece que hay más. Por eso considero fundamental en la medida de lo posible, reconocer la actitud de paciencia y generosidad que la mayor parte de los alumnos manifiestan, que no hagan ruido no significa que no estén, significa que ponerlo en valor es muy necesario tanto para el profesor como para los alumnos.
Después de viajar, la vida me dio la oportunidad de trabajar en otra escuela de vida, llamada “Imaginate Frama Actividades”.
A lo largo de esos años, la vida me proporcionó la posibilidad de:
- Aprender y trabajar con personas con otras capacidades intelectuales, físicas y sensoriales, lo cual, me ayudó a hacerme más consciente de todo lo que la vida me ofrece constantemente, y como suele ocurrir, sólo cuando carecemos de ello o interaccionamos con personas para las que no es habitual, lo reconocemos, lo valoramos y lo cuidamos.
- Aprender y trabajar en diferentes ámbitos relacionados con la psicología (Ej.: facilitar escuelas de padres, grupos de mujeres derivadas de Servicios Sociales, grupos de mujeres con violencia de género, Asesoramiento a familias que están en el proceso de reagrupación familiar, Mediación intercultural, Servicio de Atención Temprana, Orientación psicológica a familias derivadas de Servicios Sociales con menores en situación de riesgo), donde aprendí algo fundamental, “la importancia de respetar el proceso de los demás”. A veces, ver cómo alguien si sigue actuando de la misma manera y no se detiene a observarse y recalibrar su camino se dirige al abismo, es intenso, tanto para ella como para mí, y es en ese espacio de respeto, comprensión, al no sentir la presión externa, donde es más probable que la persona se atreva a experimentar como es vivir sin presionarse a ella misma, para poco a poco volver a conectarse con su esencia, y que esa conexión se vaya sosteniendo mediante nuevos engramas.
- Y en la llamada educación no formal (ludotecas, centros jóvenes, campamentos, talleres de educación emocional en primaria y secundaria), los cuales me ayudaron a ser consciente de cómo estaba mi niña interna y poderla atender. Pude jugar lo que de pequeña no había jugado, pude escuchar, comprender y ofrecer, lo que muchos niños necesitan, pero que el mundo adulto a veces no ve., pude aprender que la mayor parte de las veces los niños aprenden con nuestro ejemplo, no con lo que decimos que hagan, por lo tanto, si quiero que se abran a reconocer lo que generan sus actos, es fundamental crear un espacio de confianza con ellos. En definitiva, un espacio donde sea seguro compartir lo que sentimos, lo que vivimos, lo que me duele del otro, lo que veo que puedo hacer respecto a eso que me pasa. Como facilitadora de los talleres de educación emocional, mi función básica es crear ese ambiente, respetar su participación, y promover situaciones a través de dinámicas, donde la calma, la atención, la comprensión y la responsabilidad puedan manifestarse. A veces éstas aparecerán de forma espontánea, y otras, aparecerá primero la ausencia de éstas para que podamos aprender a transitar desde un extremo del puente donde hay tensión, incomprensión, dolor, miedo, frustración, hasta el otro extremo del puente donde hay comprensión, escucha, humildad, reconocimiento, responsabilidad.
Es un viaje para ellos, y sin ninguna duda para mí también, ya que cada día conozco un poco más de mí, veo mis límites, aprendo en ocasiones a atravesarlos, otras a reconocerlos y a respetarlos, otras, a recibir el cariño que me expresan por ofrecerles este espacio…
En definitiva, debido a lo experimentado y gracias a tantas personas, así como a la observación interna que todo ello ha ido despertando en mí, veo cómo a lo largo de los años, palabras como generosidad, libertad, respeto, comprensión, compasión, responsabilidad, van adquiriendo un significado más vasto y más esencial.
Son energías que se encuentran fuera y dentro del ser humano.
En la medida que más nos alejamos de nuestra naturaleza más esencial, más experimentamos energías como el odio, el rechazo, el abandono, la ira…
En la medida en que más nos acercamos a nuestra naturaleza más esencial, más experimentamos energías como el amor, la comprensión, la compasión, el respeto…en definitiva, energías y experiencias que van a ser el resultado de transitar el camino de integración y regreso a nuestro origen.
En mi camino de vida, voy comprendiendo y aunando conocimientos formales de la Psicología Clínica y de la Psicología Educativa (Licenciada en Psicología, Máster en Psicología Clínica y de la Salud, Habilitación Pedagógica y Didáctica “CAP”, Experta en Desigualdad Cooperación y Desarrollo, Formador de Formadores), además de muchos y variados cursos más técnicos (El Duelo en Catástrofes, Arteterapia y Terapia Creativa, Habilidades de Coaching, Mediación Intercultural, Musicoterapia aplicada a alumnos con necesidades educativas especiales, Evaluación e Intervención de las Funciones Ejecutivas en el ámbito escolar, El Dibujo como Técnica Proyectiva…)
Y de los todavía hoy llamados conocimientos “no formales”, pero que tanta información dan a espacios no conocidos por el ser humano del siglo XXI (Experta en Educación Mindfulness Transpersonal, Capacitación Profesional de la Bioneuroemoción, PNL, e Hipnosis) son parte de la medicina psicosomática que explica cómo nuestras formas de pensar y sentir influyen en el cuerpo, y qué hacer para volver a restaurar nuestro equilibrio, Numerología en Base 22, Meditación Vipassana, Yoga…
Además, trabajé en el campo de la educación no formal, incluyendo ludotecas, centros juveniles, campamentos y talleres de educación emocional en escuelas primarias y secundarias. Estas experiencias me permitieron tomar conciencia de mi niña interna y brindarle la atención que necesitaba. Tuve la oportunidad de jugar a lo que no había jugado en mi infancia, escuchar, comprender y ofrecer lo que muchos niños necesitan pero que a veces los adultos pasan por alto. Aprendí que la mayoría de las veces, los niños aprenden a través de nuestro ejemplo, no solo con nuestras palabras. Por lo tanto, si deseamos que los niños se abran a reconocer las consecuencias de sus acciones, es fundamental crear un espacio de confianza con ellos. En resumen, necesitamos brindar un ambiente seguro donde podamos compartir nuestras emociones, experiencias y preocupaciones, donde podamos ver qué podemos hacer respecto a nuestras circunstancias. Como facilitadora de talleres de educación emocional, mi función principal es crear ese ambiente, respetar la participación de cada niño y promover situaciones a través de dinámicas donde reinen la calma, la atención, la comprensión y la responsabilidad.
Si deseas que transitemos juntas desde un proceso puntual de autoconocimiento como es la lectura de la Carta Natal a través de la NB22, hasta un proceso más completo de Atención Psicológica, puedes escribirme, y me pondré en contacto contigo en la mayor brevedad de tiempo posible.